Por: Angélica María Dussán Rubiano
Así
como van las cosas, cerca de completarse 30 años de la apertura económica
promovida por César Gaviria tan pronto llegó a la presidencia de Colombia, el
país va a presenciar un estallido social y laboral cuando se intervenga el tema
de las pensiones, no sería nada distinto a lo que se preveía en esa época con
la idea que la apertura económica era la profundización del neoliberalismo que
apuntaba a derrumbar derechos logrados por la clase obrera para ponerlos al
servicio del capital.
Uno
de los argumentos expuestos por los promotores de estas tesis económicas apuntaba
a que era necesario restringir la presencia del Estado en empresas rentables
del mismo o que los servicios que le correspondía brindar a los ciudadanos en
calidad de Derechos pasaron a manos del sector privado en condición de
servicios. Con ese argumento es que las principales empresas de distintos
sectores pasaron al sector privado; eso también ocurrió con el tema de las
pensiones dándole la posibilidad a los privados del manejo de las pensiones de
los colombianos.
Como
lo señala Libardo Gómez, columnista de temas económicos en algunos diarios de
la región, el presidente Gaviria en el año 1990 nos vendió la idea de un mejor
mañana con el lema “Bienvenidos al futuro”, y se animó a presentarlo de esa
manera ayudado de procesos mundiales como la caída del muro de Berlín que le
dio final al bloque socialista que representaba la Unión Soviética, era la idea
que una vez desaparecido el fantasma del comunismo en el mundo, todas las
naciones del mundo podían entrar en la dinámica de la integración mundial en el
marco de la globalización, pero esta principalmente se dio en el campo de la
economía con la idea de la liberalización del mercado para dinamizar el
comercio internacional.
En
sí, la apertura económica fue fruto de la caída del muro de Berlín y esto fue aprovechado
para implementar las decisiones del acuerdo de Washington. En Colombia esta
implementación la hizo César Gaviria con la Constitución del 91, se caracterizó
por la privatización de empresas del Estado y un acomodo del Banco de la República
para el manejo de la divisa y tasa de cambio, era necesario preparar al país
para la entrada y salida de grandes capitales desde la lógica del dólar.
Con
la liberalización de la economía, el sector agropecuario fue el más afectado,
recordar que este sector era fuerte en el país, pero también se afectó la
industria colombiana y con el paso de los años se puede hablar de una caída de
la cual no se han podido levantar. Frente al tema de la propiedad de la tierra,
el columnista Libardo plantea que las decisiones tomadas han sido recientemente
con la llegada de grandes multinacionales y algunas pocas nacionales que se les
ha entregado el control y la propiedad de la tierra para el desarrollo de
grandes proyectos enmarcados dentro de la globalización de la economía, pero
todo esto viene diseñado desde la apertura económica.
Así como siguen y van las cosas desde que
tenemos que se implementó la apertura económica, vamos a presenciar como esto
va a generar una mayor concentración de tierra y capital en pocas manos y
concentrando pobreza en la mayoría de
los colombianos, “ese es el futuro que nos anunciaba César Gaviria al inicio de
los años 90.
Entrevistado: Libardo
Gómez ingeniero agrícola y columnista de opinión económica de distintos diarios
del Huila
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